Del salmo 117, 1. 9. 19-21. 25-27a.
R/. Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno,
porque tu misericordia es eterna.
Más vale refugiarse en el Señor,
que poner en los hombres la confianza;
más vale refugiarse en el Señor,
que buscar con los fuertes una alianza. R/.
Ábranme las puertas del templo,
que quiero entrar a dar gracias a Dios.
Esta es la puerta del Señor
y por ella entrarán los que le viven fieles.
Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste
y fuiste para mí la salvación. R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Que Dios desde su templo nos bendiga.
Que el Señor, nuestro Dios, nos ilumine. R/.