Cuerpo y Alma
He intentado, al sentirte, no pensarte,
concentrarme en el tacto, en el oído,
verte como la piel que mi sentido
desea penetrar, parte por parte.
Sentir, así, se nos transforma en arte,
forma, color, aromas o sonido,
lo tangible, lo bello, la libido,
que en diálogo sensual, mudo, se imparte.
Mas no puedo a lo externo limitarme;
grita la mente y logra espolearme
con su visión latente, más entera.
En otra dimensión te me apareces,
inmerso entre ambas luces me estremeces,
y de tu alma la mía se apodera.