¿Qué es el Escapulario carmelita?
Los
seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos banderas,
escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades
religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios.
Los
laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los
religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La
Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que
todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella.
Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de
tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa
bajo la ropa. Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el
escapulario es uno de los mas importantes sacramentales marianos.
Dice
San Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: "Así como los hombres se
enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre
María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como
prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la
familia de la Madre de Dios."
El escapulario es un sacramental.
Un
sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como
signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción.
Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo
pecado, incluso al venial.
El escapulario, al ser un sacramental,
no nos comunica gracias como hacen los sacramentos. Las gracias nos
vienen por nuestra respuesta de amor a Dios y de verdadera contrición
del pecado, lo cual el sacramental debe motivar.
¿Cómo surgió el escapulario?
La
palabra escapulario viene del Latín "scapulae" que significa "hombros".
Originalmente era un vestido superpuesto que cae de los hombros y lo
llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le dio el
sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo
llevamos sobre nuestros hombros. Para los Carmelitas particularmente,
pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo
de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás.
JGP
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