Pasos:
Paso 1: Se fríen las cebollas muy picaditas con tres
cucharadas de aceite y sal. A medio freír se añade los 2 dientes de ajo
picados o cortados muy finos. La cebolla estará frita cuando esté blanda
y entonces se le añade el tomate ya frito (si lo ha comprado ya
preparado en bote) y el orégano. Tras calentar la mezcla se aparta del
fuego para su posterior uso como salsa de los macarrones.
Paso 2: Se pone al fuego una cacerola con abundante agua, una
hoja de laurel y tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando empiece a
hervir se le echa sal y los macarrones. Se mueven con una cucharada de
madera y cuando empiezan a hervir de nuevo se baja el fuego, sin que
dejen de hervir y se van removiendo de vez en cuando. Generalmente se
dejan unos 8 minutos (o lo que aconseje el envase de los macarrones que
haya comprado).
Paso 3: Se escurren los macarrones en una escurridera. Se
prepara una rustidera untada con un poco de aceite (para que no se
peguen); primero se echa la salsa ya preparada de tomate-cebolla junto
con los macarrones ya perfectamente escurridos y se mezcla bien.
Finalmente se le echa el queso rayado por encima y se introduce la
rustidera al horno.
Paso 4: El horno debe estar preparado para gratinar a una
temperatura media y la bandeja - rustidera se coloca hacia la mitad de
altura. Cuando empiece el queso a deshacerse y estar lo macarrones
doraditos se sacan y ya están listos para comer.
JGP
|