Quiero el poeta ser de almas heridas
que la piedad de la palabra imploran,
de tantas tristes, solitarias vidas,
de corazones que en silencio lloran.
Quiero dar ritmo a lo indeciso y vago,
que es cual bruma y recóndita belleza,
y ser voz del que sueña junto a un lago
sin quedar pueda voz a su tristeza.
Quiero en cadencias expresar lo ignoto
y en el azul dar alas a lo inerme,
juntar en ritmos un ensueño roto,
y canto ser de lo que oculto duerme.
Y quiero compartir el sufrimiento
de otros; y ser su confidente ansío...
¡Y dar no puedo vida a lo que siento,
ni forma puedo dar a lo que es mío!
Ismael Enrique Arciniegas