Un
grupo de legionarios estaba de maniobras en una montaña cuando,
súbitamente, comienza a llover de una forma increíble. Uno de los
mercenarios, entre el acojone y la lluvia se pierde. Andando y andando
se encuentra una casa y va hacia ella. Toca a la puerta y sale una
mujer:"Hola, buenas, ¿qué se le ofrece?""Pues mire, que soy un legionario y busco una cama para dormir porque, ya ve, estoy pillando una pulmonía...""¡PEPEEEE, le dejamos pasar!""Hombre, sólo hay una cama, pero una mala noche la tiene cualquiera... Venga, que pase".Pues
nada, que pasa el soldado y cuando llega la hora de dormir, se acuestan
todos en la cama. El marido a un lado, el invitado en medio y la mujer
al otro lado. A medianoche, la ventana empieza a dar portazos y se monta
en la habitación un frío de esos que hacen que se te hiele hasta lo que
más caliente se pone. Dice Pepe:"¡María, levántate y cierra la ventana!""Pero, hombre, si aquí está éste de acoplao, ¿por qué la tengo que cerrar yo?""Hombre, yo con mi pulmonía...", se queja el legionario."Bueno, bueno, hacemos una cosa: el primero que hable, se levanta y la cierra", propone Pepe.Pasan las horas, la una, las dos, las cuatro... Y allá por las cinco y media grita la mujer:"¡PEPE, QUE ME HAN FOLLAO!""¡A cerrar la ventana, que a mí me han dao por el cu... y me he callao!"
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