Escritores y poetas
han escrito y escribirán,
sus parajes sin igual.
¿Quién no ha hablado en sus libros
de la Rambla, del OÑAR
de la dehesa encantada
y de la Catedral.
De esas calles empedradas
que con su majestuosidad,
nos recuerdan épocas
de guerras, de libertad?.
Un día fui forastera
pero no me sentí como tal
porque enseguida fui
una
Gironina más.
Y es que es tanfacil
enamorar
JUANITA
e
de tan bella ciudad
cuando en sus rincones
sientes el amor,
con toda tu intensidad.
Y una tarde en la dehesa
en un paseo otoñal
dices el primer te quiero
y no lo olvidas jamás.