El jefe toma la respuesta como una afrenta personal y paga los pasajes de ambos al Vaticano.
Durante una bendición papal, Montón se escabulle, y al poco rato reaparece al lado del Papa.
Dos hombres chinos golpean suavemente al jefe en el hombro y le preguntan:
—¿Quién es el hombre de blanco que está de pie junto a Montón?