Con cariño y humanidad
dedico esta poesía,
para esas mujeres sencillas
Se les ha dado igualdad
tal como ellas querían,
que poco han salido ganando
al menos la mayoría.
hoy ya tienen libertad
tal como debe ser,
pero no reconocemos
el valor de la mujer.
Porqué somos egoístas
y reconocemos muy poco,
el trabajo de la mujer
que trabaja más que nosotros.
Empiezan por la mañana
cuando está el día clareando,
y se encuentran en la cama
felizmente descansando.
Se lavan un poco la cara,
cogen el peine para peinarse,
y como tienen poco tiempo
no pueden ni maquillarse.
Después limpian la cocina
mientras se hace el café,
el marido allí sentado
esperando para comer.
Y si se tarda un poquito
ya le dice enfadado,
que le falta el desayuno
y que llega tarde al trabajo.
Ella no contesta nada
por ser una mujer buena
pero se refleja en su cara
la amargura y la tristeza.
Si los dos trabajan fuera
como hoy a muchos pasa,
también deben compartir
los trabajos de la casa.
Porque un hombre ayude
en la casa a la mujer
que sepa que los cataplines
no se les van a caer.
Hay que trabajar con vista
y cumplir con nuestros deberes
quien no ayude a las mujeres
ese es un hombre machista.
JUANITA