Muy lejos quedaste un día
al yo marcharme de ti,
tú fuiste la tierra mía,
Aunque lejos estoy de ti
presente estás a todas horas,
nunca te olvides de mí,
mi tierra cristiana y mora.
Aquí me dieron cobijo
el trabajo y un techo,
pero yo, tú adorado hijo,
siempre te llevo en mi pecho.
Son duras las penas mías,
porque me encuentro muy solo,
y es por eso, tierra mía,
que a ti mucho yo te añoro.
Aunque esta tierra es muy grande
y tú mucho más chiquita,
de mí nunca te separé,
mi dulce tierra bonita.
Tierra que me viste nacer
una mañana temprano,
la tierra de mi querer,
no me dejes de tu mano.
Hoy te escribo con el alma
y lágrimas en el corazón,
aunque estoy en tierra extraña
a ti no te olvido yo.
Déjame pronto volver
madre de mi juventud,
y vuelve a darme tu querer,
cual lo sabes hacer tú.
Te juro no separarme
de ti ya nunca jamás,
y en ti quiero dejarme,
vida que me llegaste a dar.
Eres tú la madre patria,
lo más bonito que quiero,
llévate toda mi alma
¡No quiero este destierro!
Yo sé que tú eres buena
escucha si quieres mi ruego
atiende bien mi plegaria
desde un país extranjero.
Al yo escribir mi poema
lágrimas caen por mi cara,
demuéstrame que eres buena,
no espero más tu tardanza.
JUANITA