DEL SALMO 104
R/. El Señor nunca olvida sus promesas.
Descendientes de Abraham,
su servidor, estirpe de Jacob,
su predilecto, escuchen:
el Señor es nuestro Dios
y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones,
se olvidará el Señor de sus promesas,
de la alianza pactada con Abraham,
del juramento a Isaac, que un día le hiciera. R/.
Se acordó de la palabra sagrada
que había dado a su siervo, Abraham,
y sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.