Puede haber dolor, lo se, lo siento,
es que es difícil callarme y mirarme al espejo...
No puedo aceptar el secreto de este desprecio,
no sé qué és, pero me da por destruir mi reflejo...
solo deseo pintar mis heridas y curar las mentiras,
esas que adornan toda... toda mi vida.
Mi imagen destruye todos mis sueños,
donde mi alma responde al llamado del miedo.
Mi cuerpo es un muñeco del infierno
al que seguro pertenezco.
Traiciono mi paz al despertar y seguir viviendo,
en donde soy un maldito condenado al dolor eterno.
No sé cómo olvidar el cristal, el marco y el cielo...
y mi mundo entero.
De vez en cuando busco perderme,
pero siempre me he encontrado.
Donde cambiar mi vida ha sido meta del pasado,
que hasta hoy no he logrado.
Lo siento, finalmente busqué
mejorar un recuerdo, que hoy me he olvidado.
Lo sé, por más que luche siempre me veré al espejo,
es muy tarde, y nadie creerá en mis sueños,
lo sé, lo siento... siempre es y será el mismo reflejo.