Sueño en la noche estrellada, iluminada por la luna y acompañada por el silencio de madrugada. Acogida por la delicadeza del viento, que se enreda levemente por mi cuerpo, y me eleva como tornado impetuoso hasta la brisa de la mañana, cómo pétalo solitario, sin rumbo ni descanso
Sueño entre las estrellas, que me ciegan con el brillo de sus encantos, y oigo cantar a la luna, una melodía dulce que rompe en mil pedazos mi llanto. Sueño tras la ventana, que vuelvas a estar de nuevo entre mis brazos.