¡Ramiro, te olvidaste otra vez! ¿De qué? ¡Es nuestro aniversario de matrimonio! Pe... pe... pero querida, cómo me voy a
olvidar...? Quiero que me lleves a cenar, a
ver un buen espectáculo y a bailar. ¡Justamente eso era lo que tenía planeado! Bueno, quiero que me lleves a 'La 49'. ¿Queeee?? ¿Estás loca? ¡Eso es un
night club! ! Ramiro ¡Quiero que me lleves ahí
y punto! Sin otra opción para Ramiro se fueron...
Apenas llegaron, el vale parking dijo:
Buenas, ¿cómo le va caballero? ¡Que
bueno verlo otra vez! La mujer saltó sorprendida: ¿Que dijo
ese? ¿Que qué bueno verte otra vez?
¿Acaso has venido antes a este sitio? Yo?? Pero estás loca?? ¿A este Nightclub?
Le dicen a todos lo mismo....estos lugares
son así. Llegaron con el portero: Señor Murillo...
!Que gusto! Te dijo Señor Murillo... !Te conoce! Ehhh?... Y como no me va a conocer,
si este tipo trabaja en el edificio de mi
oficina. Es el electricista del edificio. Ya adentro, los recibió el gerente:
¡Como está Licenciado Murillo! La mejor
mesa, como siempre, ¿verdad? ¿Este también es electricista en tu oficina?
Te voy a matar...! No....no, este señor me conoce porque es
el que me vendió la Ford Explorer que te
compré. Ramiro, me estás.... En ese momento apareció la vendedora de
cigarrillos: ¡Mi Reeeeeeeeyy! Te doy
tu tabaco ¿Cohíba? ... Se puso el habano entre los pechos y dijo:
¡Méteme la manita, mi amor, y saca tu
habanito como te gusta! La mujer estaba a punto de matar a
Ramiro cuando se apagaron las
luces y empezó el espectáculo.
Apareció una mujer súper sensacional
que empezó a hacer un striptease. Cuando se quedó solo en tanguita se
acercó a la mesa de Ramiro y
cariñosísima, le preguntó a toda la
concurrencia: ¿Y ahora, quien me
va a sacar la tanguita? Todos los presentes gritaron a coro:
¡Se vive, se siente, Ramiro con los
dientes! ¡Se vive, se siente, Ramiro
con los dientes! La mujer no aguantó más, salió corriendo
y se metió en un taxi. Ramiro la siguió
dentro del vehículo y ella empezó a pegarle
y trató de arrojarlo fuera. Se sacó un
zapato e histérica, comenzó a pegarle en la
cabeza y a gritarle groserías. En esas, el taxista se dio la vuelta y
exclamó: MIRE QUE HEMOS LLEVADO
PUTAS LOCAS..., DON RAMIRO...
¡PERO, COMO ESTA, NINGUNA!!!!!
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