Adolescentes: cuando el diálogo es imposible
El silencio, la rebeldía y las discusiones suelen ser un indicio de que los chavales reclaman que dejemos de tratarlos como a niños necesitados de protección.
La familia
Es un sistema formado por varias personas que tienen una relación duradera y que, a su vez, reciben influencias del entorno. Cada persona es un mundo y cada familia es un universo de relaciones entre mundos, por lo que es fácil que surjan conflictos.
¿Qué le está ocurriendo a su hijo y cómo está afectando a toda la familia?
Su hijo está en la ADOLESCENCIA. En esta etapa de la vida, se producen múltiples y profundos cambios en la persona, biológicos, psicológicos y del entorno social. Su hijo ha cambiado. Ya no es el niño que era, está en un proceso de maduración y de separación del entorno familiar, de ahí que su grupo de amigos sea tan importante para él en este momento.
Ustedes se preocupan por él, intentan hablarle, pero lo hacen utilizando las mismas pautas que han usado siempre y él se siente controlado, “salta” con mayor facilidad, se va de casa por más tiempo, habla menos con ustedes y muestra más rebeldía. Su preocupación aumenta y se repite la situación. Están metidos en un círculo vicioso del que no son capaces de salir.
¿Cómo pueden solucionar esta situación de crisis?
Lo que desea es volver a ser una familia feliz, es decir, superar esta crisis que están pasando y recuperar el equilibrio familiar. Para ello, antes de pasar a la acción, será necesario que reflexionen sobre:
¿Qué puede estar comunicando el comportamiento de su hijo?
Necesita desarrollarse individualmente, aprender a pensar y funcionar por sí mismo sobre las bases de sus propios valores y creencias.
Necesita la seguridad familiar pero desea tener mayor autonomía.
Necesita que determinadas normas, límites, pautas de actuación y creencias familiares cambien, se renueven.
Su hijo está pidiendo un cambio en las relaciones familiares pero, como no sabe cómo hacerlo, las cosas no cambian, se siente frustrado y expresa ese sentimiento actuando de manera agresiva o dejándoles de hablar.
¿Qué está comunicando el comportamiento de los padres?
Piense en las razones que los llevan a comportarse con su hijo del mismo modo que cuando era un niño:
- Puede que sea porque le sigan viendo como a un niño que necesita su protección.
- Puede que tengan miedo a la futura separación de su hijo.
- Puede que lo que les suceda sea que sienten inseguridad ante los “peligros” con los que se puede encontrar en la vida y estén ejerciendo un control mediante la utilización de normas rígidas.
- También es posible que se sigan comportando con su hijo de la misma forma que cuando era un niño porque no saben cómo hacerlo de otro modo.
ROMPER EL CÍRCULO
Podrán romper el círculo en el que están metidos cambiando su forma de comportarse con él. No pierdan más energía pensando que su hijo tiene que cambiar y sean ustedes los que cambien la dinámica familiar. ¿Cómo?
1 Para empezar, han de tener en cuenta que el cambio ha de producirse poco a poco.
2 No se dejen llevar por la ansiedad que les produce esta situación.
3 Cambien la forma de comunicarse con él.
4 Denle confianza.
5 Respeten sus espacios de intimidad.
6 No le hieran con palabras negativas.
7 Sean tolerantes con las nuevas formas de ver la vida, las nuevas creencias, los nuevos valores, las nuevas amistades que su hijo vaya teniendo.
8 Ustedes desean acercarse a su hijo. Háganlo compartiendo parte de su tiempo de ocio.
9 Si estos nuevos comportamientos no solucionan el problema, lo más recomendable sería que acudieran a una terapia familiar.
Julia Silva García. Psicóloga