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QUIZAS AUN SUEÑA
Quizás aún sueña,
mientras la niebla va empujando
lentamente hacia el mar
tantos recuerdos,
y el cuerpo triste
parece estremecerse
bajo la sombra gris de una gaviota
en el muelle desierto.
Quizás aún sueña
cuando el amanecer,
bruscamente enredado
a las oscuras horas de la noche,
sorprende al pensamiento
buscando dolorido algún consuelo
bajo la tenue luz de alguna estrella
que agoniza en el cielo.
Quizás aún sueña,
por más que sea imposible comprenderlo,
a pesar del olvido,
de la muerte y el duelo,
torpes embaucadores,
fantasmas invisibles
abrazados al viento
que sopla fuertemente en el invierno.
A pesar de que el tiempo
nunca perdona nada,
a pesar del infierno
que le devora el alma,
a pesar de saberse
terriblemente cuerda,
quizás se siente viva,
quizás por eso aún sueña.
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