La noche voltea su cabeza se halla en un espejo retrovisor: Internado de cartas, de besos, de melancolica tenura; Resucitadas horas, besos continuos corroídos de dudas(las mías) Tatuajes de tinta lunar surcando mi piel
La muerte tan viva en este preciso momento me sublimina con golpes de suspiros.
Como un cachorro feroz anhelo el nido tenue y tibio ese roce inundado de palpable distancia y dulce mar que se sitúa en el cielo vertical de tu pecho. Y asi busco entechar miedos,acurrucar besos esparciendolos hacia horizontes de grana regresar con mis labios y los tuyos al techo azulado donde habita un genio rosa cociendo deseos soplando olvidos..
Noche del oeste brisa otoñal de mar, caracolas se adhieren a tu oído;