Bebo de tus ojos el hechizo entre las flores del vergel, con ansias me embeleso apresando su dulce oropel.. Bebo a sorbos, lentamente las tibias gotas de tu luz derramadas en mi fantasía y libero de angustia mi cruz. Bebo el néctar de tus letras que me alcanzan tu amor, henchido tus quietos latidos mi corazón se llena de fervor. Bebo de ti todas las ansias en el aroma tenue de la brisa y mi alma eterna enamorada se adosa al frenesí de la prisa. En galopes de níveos jazmines como miel siempre libada, en el cielo límpido de la tarde bebo de tu savia única y amada.