Hay días que siento la angustia infinita cual si alguien de lejos me hiciera saber, que olvidé la fecha de un beso … una cita … o una flor que diera para florecer.
Y entonces, presiento, que fue en ese día, no sé de que año, no sé de que mes, que le dije a alguien cuánto la quería, Y ese alguien decía: “Seguro …” o “Tal vez…”
Tomo el calendario recorriendo espejos, buscando la causa de ese anochecer. pero está empañado … Viene desde lejos … andando las nubes del hoy y el ayer.
Imagino entonces, que alguien está triste, por alguna fecha que ya la olvidé, y llegando a mi alma donde aún existe, me revela el día, y no sé porqué …
Perdido el recuerdo la noche se agita, y en ese recuerdo, me pierdo también, y siento de pronto,la voz de una cita, sin saber a dónde, sin saber con quién …