Tras pensarlo detenidamente, el administrador del zoológico reparó en Saturnino, un empleado que era de Lepe, encargado de limpiar las jaulas.
Saturnino tenía reputación de que, por lo bien dotado, podía satisfacer a cualquier mujer, y como no parecía muy listo, tal vez
podría convencerlo de que le hiciera el favor a la gorila, así que le dijo :
-¿Aceptarías tener relaciones con la gorila por 500 euros?
Saturnino dijo que podría interesarle, pero que necesitaba pensarlo un poco.
Al día siguiente Saturnino dijo que aceptaba, pero con tres condiciones:
-Primera, nada de besos.
-Vale, -dijo de inmediato el administrador-.
-Segunda, no quiero saber nada de hijos.
-¡De acuerdo, no hay problema!... pero, ¿cuál es la tercera?
-Bueno... pues que necesito por lo menos otra semana para juntar los 500 euros.