Un día la madre de Luca lo vio que estaba tocándose la
«colita» con mucho afán y le preguntó: «Luca, ¿qué haces?».
Y Luca le dijo: «Estoy buscándome el hueso». «Pero, hijo, si
en la colita no hay hueso», le dijo su madre. Y Luca contestó:
«¡Que sí, mamá! ¡A veces sí!».