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De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 16/08/2010 18:28 |
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Compasión
Respondo a los demás con compasión.
Siempre hay una oportunidad de marcar una pauta positiva en las vidas de otros. Si soy llamado a ayudar a alguien, respondo con compasión, listo para dar una mano. Mantengo a esta persona en alta estima, apreciando sus cualidades divinas de valor, amor y sabiduría. Reconozco su Cristo morador y la visualizo bendecida con salud, prosperidad, felicidad y paz.
Al dar, recibo. Al demostrar compasión a los demás, siento cómo el amor de Dios cobra vida en mí. Soy edificado, me lleno de energía y mi fe es renovada. ¡Que bendición es saber que puedo ser la respuesta de la oración de alguien! Con humildad y agradecimiento por lo que puedo ofrecer, doy libremente.
Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. —Salmo 145:9
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Protegido
Dondequiera que estoy, Dios está y todo está bien.
Cuando me siento amenazado, quizás experimente temor o ansiedad. Puede que reaccione buscando frenéticamente que algo o a alguien ayude. Mas hay una manera mejor. Si surge el temor, decido tener fe en que nada puede hacerme daño, porque estoy siempre en la presencia de Dios.
Dios está en mí y en lo externo, es una Presencia que lo abarca todo. No importa lo caótica que las condiciones externas parezcan ser, estoy seguro en la presencia divina y mantengo mi fe y mi compostura. Cuando tengo la mente tranquila, ninguna experiencia retadora tiene poder sobre mí. Puedo caminar en medio de la incertidumbre sin alarmarme y ofrezco paz a quienes tienen miedo.
Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. —Salmo 33:20 | |
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Perdonar
Mi corazón rebosa de gozo,amor y paz.
Al preparar un jardín, comienzo arrancando las malas hierbas y quitando los restos de lo que había crecido allí anteriormente. Al trabajar con consistencia y paciencia, abro el espacio para la luz del sol, el aire y la humedad que las plantas necesitan. Mantengo en mi mente el potencial del jardín que deseo. Una vez que he desyerbado el terreno, paso el rastrillo, haciendo el espacio perfecto para sembrar.
El perdón se parece mucho a preparar un jardín. Alisto mi corazón eliminando la maleza del rencor o la ira. ¡Y mi corazón se abre a la luz y el amor divinos! Convirtiéndose en el lugar perfecto para que las semillas divinas de gozo, amor y paz florezcan.
Volverán a sentarse a su sombra; serán vivificados como el trigo. —Oseas 14:7
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De: TATIS-7 |
Enviado: 23/08/2010 19:50 |
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Vive el ahora
Vivo este día un momento valioso a la vez.
Elijo estar tranquilo y consciente en el momento presente. Si permito que mi mente more en el pasado o vague hacia el futuro, me pierdo del bien que la vida tiene para mí en este momento. No puedo cambiar el pasado, así que lo dejo en paz y enfoco mi atención en vivir. Sé que he de hacer planes para mi futuro —mas mi mente no permanece allí. Vivo en el momento presente.
Ahora mismo, tengo la oportunidad de decir "¡sí!" a la vida, de estar alerta y consciente de la energía maravillosa de Dios que fluye en mi cuerpo. Vivo este día valioso un momento a la vez y disfruto de las bendiciones recibidas.
Siento gratitud por mi vida y por cada oportunidad maravillosa de vivirla a plenitud.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. —Mateo 6:11
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De: TATIS-7 |
Enviado: 24/08/2010 19:46 |
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Orden divino
El orden divino es establecido en mí y en las actividades de mi vida.
Mucho del estrés en la vida diaria surge al pensar que no hay tiempo suficiente para hacer todo lo que deseamos o tenemos que hacer. Mas en realidad, el tiempo no es el problema. Lo que se necesita es aplicar la sabiduría divina y hacer uso del tiempo eficientemente.
Dejo ir la idea de que se me exige mucho y acepto la guía de Dios para distinguir entre lo que es importante y lo que no amerita mi tiempo y atención. Dejo ir lo que ya no cumple un propósito mayor en mi vida.
Afirmo que el orden divino se establece en mi mente y en mis actividades. Doy gracias porque Dios obra en mí y por medio de mí. Mi Creador me da la habilidad, la energía y la sabiduría que necesito en todo momento.
Pero hágase todo decentemente y con orden. —1 Corintios 14:40
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De: TATIS-7 |
Enviado: 25/08/2010 23:38 |
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Paz interna
La paz de Dios se expresa en mí.
En tiempos volátiles, puede ser difícil encontrar paz. Mas, cuando alejo la atención del problema y la enfoco en lo interno, en la divina presencia en mí, experimento la paz. ésta comienza como un susurro callado en mi alma y poco a poco se convierte en una entrega sagrada y total.
Mantengo mi atención en Dios, en Su paz, sin importar lo que sucede a mi alrededor. Permito que la parte más sabia de mi ser me guíe. Los retos se vuelven manejables y el conflicto se desvanece.
Ya no busco respuestas; en su lugar, permito que éstas vengan a mí. Mi mente está despejada y serena. Con mis pensamientos en Dios, creo la paz interna que anhelo.
Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. —Mateo 5:9
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De: TATIS-7 |
Enviado: 26/08/2010 20:29 |
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Guía
Dios me guía, y sigo adelante con confianza.
Cada día me ofrece la oportunidad de tomar decisiones. Desde los amigos que elijo hasta los pensamientos que tengo, todo es una elección, una manifestación de las posibilidades ilimitadas ante mí.
Al prepararme para una actividad, me dirijo a Dios en oración y doy gracias por la guía y la inspiración al tomar decisiones. Me valgo de los recursos internos en el centro de mi ser para responder a cualquier situación.
Aunque en cualquier momento dado podría parecer que mis opciones son limitadas, sé que ésta es una ilusión creada por mi visión humana estrecha. Con ojos espirituales veo posibilidades infinitas y tomo cada decisión con confianza y paz.
Porque Jehová será tu confianza: él evitará que tu pie quede atrapado. —Proverbio 3:26
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De: TATIS-7 |
Enviado: 27/08/2010 20:34 |
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Gracia
La gracia de Dios me fortalece y me renueva.
Cuando enfrente retos inesperados, para los cuales no me siento preparado, me dirijo a Dios. La gracia divina está disponible para mí en todo momento y lugar. Este don poderoso de apoyo divino me calma, me consuela y eleva mi espíritu. Dios me da la fortaleza y el valor para enfrentar y superar los cambios y retos de la vida.
Al orar, permito que la gracia divina llene cualquier espacio aparentemente vacío en mi corazón y en mi vida. Soy uno con el Creador —apoyado por Su infinito amor. Soy guiado por el "silbo apacible y delicado", y elijo vivir una vida llena de fortaleza, propósito y poder. Con claridad, creatividad, vigor y flexibilidad, prosigo con confianza y gracia según acojo las experiencias ante mí.
La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros. —1 Corintios 16:23
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De: TATIS-7 |
Enviado: 29/08/2010 02:26 |
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Armonía
Creo armonía cuando mis acciones reflejan mis creencias y valores.
Hay momentos cuando soy tentado a complacer los deseos de otro aún cuando no me siento cómodo haciéndolo. El sólo pensamiento de ir en contra de mis valores me causa molestia. En esos momentos hago una pausa y me dirijo a mi interior para darme tiempo de tomar la decisión correcta para mí.
Llevar mi vida de acuerdo con mis valores crea armonía en lo profundo de mi ser. Tal como el sonido claro de una campana, olas de armonía surgen de mí para bendecir a las personas a mi alrededor. Vibraciones armoniosas son creadas. Cuando actúo de acuerdo con mis creencias, no sólo creo armonía para mí, sino que la transmito a otros.
Porque me has pedido esto, y no una larga vida, ni riqueza ... sino inteligencia ... voy a hacer lo que me has pedido. —1 Reyes 3:11-12 (Versión Popular)
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De: TATIS-7 |
Enviado: 30/08/2010 02:10 |
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Prosperidad
Vivo en un universo abundante.
Doy libremente, no sólo de mis recursos financieros, sino también de mi tiempo, energía y amor. Comparto partiendo de mi deseo de bendecir a otros. Bien sea que dé aquello que ya no uso, sirva de tutor o de voluntario, doy de corazón.
Al dar y recibir, me doy cuenta de que las posesiones materiales no definen la prosperidad. ésta es una actitud mental, una conciencia. Es saber que todo lo que necesitamos ya ha sido provisto por un Creador amoroso. Cuando doy, abro el camino para que las bendiciones de Dios circulen.
Doy partiendo del conocimiento de que vivo en un universo abundante y generoso.
Pero esto digo: "El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará". —2 Corintios 9:6
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Fe
Mi fe es profunda y moradora. Soy por siempre uno con Dios.
La fe es la base de mi vida. La profundizo al orar, estudiar la Biblia y leer escritos edificantes. Siempre estoy receptivo al espíritu crístico en mí. Si siento que mi fe es débil, recuerdo un tiempo cuando ésta fue fuerte. Revivo sentimientos de gozo y paz al reconocer mi unidad con Dios.
Puede que visite un lugar especial, donde puedo encontrar inspiración o llame a un amigo que me ayude a restablecer mi fe. Tal vez pase más tiempo meditando y orando para renovar mi fe. Siento gratitud por toda experiencia que profundiza mi fe y por los momentos en los que he confiado en Dios a pesar de las apariencias. Soy fuerte, y mi fe es inmutable.
Manténganse despiertos y firmes en la fe. Tengan mucho valor y firmeza. —1 Corintios 16:13 (Versión Popular)
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Aceptación
Dios me acepta, y yo acepto a los demás al aceptarme a mí mismo.
La Regla de oro me aconseja tratar a otros como me gustaría ser tratado. Jesús dijo que amáramos a otros como nos amamos a nosotros mismos. Sigo estas enseñanzas y practico la aceptación. Acepto mi unidad con Dios como el regalo máximo, y sé que soy amado incondicionalmente.
Acepto la diversidad de creencias, costumbres y prácticas como recordatorios de que cada uno de nosotros es una parte única del todo de la creación. Soy tolerante y comprensivo para establecer un vínculo mayor con cualquier persona con quien me encuentre.
Sigo el ejemplo de Jesús, acudo y confío en el Espíritu Santo. Recibo Su guía y dirección al aceptarme a mí mismo y a los demás, tal como Dios nos creó.
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, ... y a tu prójimo como a ti mismo. —Lucas 10:27
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