Una canadiense pacifista escribió a las autoridades de su país, quejándose del trato que se daba a los terroristas detenidos en Afganistán.
Le contesta el ministro de Defensa:
Estimada ciudadana comprometida:
Gracias por su carta en la que expresa la preocupación por el trato que damos a los terroristas talibanes y de Al Qaeda, en manos de las Fuerzas Armadas Canadienses.
En atención a las quejas que recibimos de ciudadanos comprometidos como usted, hemos creado un nuevo programa de pacifismo e integración para los terroristas.
De acuerdo con ese programa, hemos decidido seleccionar un terrorista y colocarlo bajo la dependencia de su familia.
El próximo lunes tendrá usted, en su casa, a Alí Mohamed Amé Ben Mahmud (puede llamarlo simplemente, Amé).
Espero que puedan tratarlo amablemente tal como exigía usted en su carta de protesta; lo más probable es que necesite usted contratar a algunos ayudantes para esa misión.
Cada semana nuestro departamento le va a hacer una visita de inspección para comprobar que se tienen en cuenta los principios de buen trato que exigía usted en su carta.
Debo advertirle que Amé es un psicópata extremadamente violento, pero confiamos en que, con la sensibilidad que usted manifestaba en su carta, logrará superar ese inconveniente...
Insistimos en que su huésped resulta extremadamente eficiente en el combate cuerpo a cuerpo y que puede matar con un lápiz o un cortaúñas; además, Amé, es un experto en fabricar artefactos explosivos con productos caseros; así que tenga bien guardados esos productos, a menos que en su opinión esa decisión pueda ofender a Amé.
El terrorista no querrá relacionarse con usted o con sus hijas (excepto sexualmente) puesto que él considera a las mujeres como meros objetos... ése es un aspecto muy sensible, puesto que se le han observado tendencias violentas respecto a las mujeres que no cumplen con el atuendo islamista; así pues, confío en que a usted no le moleste llevar la burka; de ese modo contribuirá usted a respetar la cultura y las creencias que manifestaba en su carta.
Gracias, otra vez, por su preocupación; estamos reconociendo a las personas como usted e informaremos a nuestros conciudadanos de su cooperación.
Buena suerte y que Dios le bendiga.
Atentamente,
Gordon O’Connor.
Ministro de Defensa.
Nota:
Aunque parezca una broma, la carta es totalmente cierta y fue publicada en todos los periódicos y otros medios de comunicación.