El Día Internacional del Discapacitado fue declarado el 3 de diciembre de 1992.
Por una resolución de la ONU, que se propuso promover la toma de conciencia y la adopción de medidas para mejorar la situación de las personas con discapacidad, así como para lograr Igualdad de Oportunidades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los gobiernos a promover los derechos de los discapacitados, a facilitar su acceso a los servicios de salud y readaptación, así como a su plena participación en la vida social. Según informó, hay unos 600 millones de personas que sufren minusvalías y las dificultades que encuentran en la vida cotidiana afectan no sólo a ellos, sino también a sus familias.