Lléname las ansias
de ésta noche loca lléname la boca, de amor y pasión calma mis gemidos, duerme en mi regazo cual fiel devoción.
Lléname la noche oscura del calor de tus entrañas, terminemos ésta locura entre sábanas mojadas, que se duerman nuestros besos que se agoten los deseos, en ese mar de los sueños.
Acaríciame el alma y el cuerpo como solo tú, sabes hacerlo desde el fondo de tu pensamiento, donde sabes que alimento las canciones del recuerdo, aquellas, que hicieron temblar la ilusión de un sentimiento.
Dame las flechas de Cupido envíame las alas de Eros, dile a la Venus de Milo que estoy oculta en las sombras, que cuando el Cielo me nombra… le digo… que por ti vivo.
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