Respeto mi hogar —este planeta lleno de vida, maravilla y belleza. Demuestro mi respeto al cuidar el área en la cual vivo, y apoyar causas que protejan y conserven la vida. También me esfuerzo por dejar la huella ecológica más pequeña que pueda. Contribuyo a la salud del planeta antes de que mi viaje físico culmine.
La abundancia y bondad de la Tierra me bendicen con alimento, agua, abrigo e inspiración. Las maravillas naturales, desde el retoño más pequeño hasta la montaña más grande, me conmueven y derramo lágrimas de gozo y gratitud por la creación de Dios. Soy bendecido por mi planeta, y cada día lo honro y lo trato como la tierra santa que es.
Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, … Y vio Dios que era bueno.—Génesis 1:12
El llamado de libertad del clarín suena en mi alma, anunciando la verdad de que el amor de Dios me libera de la infelicidad, el dolor y el temor. Digo adiós a cualquier vacío del pasado, y estoy receptivo a que se hagan realidad los anhelos y las aspiraciones de mi corazón.
Al orar, puedo sentir la seguridad del amor de Dios. El amor divino fortalece mi determinación, refuerza mi valor y guía mis pasos. Transito con confianza por el camino abierto de la libertad.
Permanezco fuerte y sin temor, listo para reclamar mi libertad y llevar a cabo mi destino como creación de Dios. El amor divino siempre está conmigo, alentándome a seguir adelante y a llegar más arriba.
Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres.—Juan 8:36
Aunque lo nuevo me cauce emoción un momento y temor en otro, lo acojo con osadía, esperando completamente mi bien. Cada oportunidad es una idea a la que le ha llegado su momento. Así que no permito que la magnitud de la tarea me abrume ni me intimide. Tengo en mí toda la sabiduría, fortaleza y claridad que necesito para superar cualquier reto presente.
Si surge un obstáculo, determino centrar mi atención en cada triunfo, y celebrar hasta los más pequeños. Aprendo de las desilusiones y no permito que los altibajos me desanimen.
Lo que hago marca la pauta. Estoy completamente equipado para emprender algo nuevo con confianza y decisión.
Yo reconozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que te sea oculto.—Job 42:2