|
De: TATIS-7 (Mensaje original) |
Enviado: 17/01/2017 15:51 |
Yo soy un ser espiritual, dotado con poder y potencial ilimitados.
Puedo mantener la atención centrada y sentirme a cargo de mi vida en todo momento cuando recuerdo y utilizo las habilidades espirituales que poseo simplemente por ser una creación de Dios. Estas habilidades son expresiones de un Poder, el Cristo morador.
Utilizo mis poderes de la fe y fortaleza para afrontar y superar situaciones difíciles. Utilizo mis poderes del amor y la comprensión al orar por otros y por mí. Utilizo mis poderes de sabiduría y guía cuando cuestiono la dirección de mi vida. Yo soy un ser espiritual, dotado con poder y potencial ilimitados.
Cuando yo era niño, mi manera de hablar y de pensar y razonar era la de un niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé atrás las cuestiones típicas de un niño. Ahora vemos con opacidad, como a través de un espejo, pero en aquel día veremos cara a cara.—1 Corintios 13:11-12
| | | | | | |
|
|
Primer
Anterior
2 a 6 de 6
Siguiente
Último
|
|
De: TATIS-7 |
Enviado: 19/01/2017 02:46 |
Libre del pasado, estoy listo para un nuevo comienzo.
Enriquezco la calidad de mis relaciones personales cuando estoy dispuesto a perdonar —no solamente a los demás sino a mí mismo. Cuando dejo de revivir el pasado, logro una libertad de alma y mente que me bendice. El dejar ir los resentimientos y los recuerdos tristes abre el camino para nuevas experiencias. Como un arroyo que fluye libremente proporcionando agua fresca, dejar ir aclara el camino con un fluir de energía fresca.
Al pensar, hablar y actuar partiendo del Cristo de mi ser, perdono. El espíritu crístico me fortalece para dejar atrás las heridas y los desengaños y seguir adelante para llevar una vida plena. Al perdonar, soy una persona nueva con una perspectiva positiva.
De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo!—2 Corintios 5:17
| | | | | | |
|
|
|
De: TATIS-7 |
Enviado: 20/01/2017 04:06 |
Mi vínculo con el Espíritu aviva la paz en mi corazón.
En La palabra reveladora, Charles Fillmore explica que la quietud es un “estado mental de paz, descanso y tranquilidad infinitos donde los sentidos del hombre se acallan”. El Cristo en mí es la mayor fuente de paz interna. Cuando hago una pausa para comulgar con Dios, las preocupaciones se disipan y las tensiones desaparecen.
Al aquietarme, haciendo que mi mente se sosiegue y mi cuerpo descanse, permito que la paz tenga la oportunidad de establecerse a mi alrededor. Una seguridad llena de calma me envuelve.
Encuentro verdadera paz cuando me dirijo a mi interior. Allí, en la quietud del Espíritu divino, entro en el Silencio y descanso en la presencia del amor profundo.
Y el Señor le dijo: “Mi presencia irá contigo, y te haré descansar”.—Éxodo 33:14
| | | | | | |
|
|
|
Respondo el llamado de Dios para hacer lo mejor y dar lo mejor de mí.
Lo que deseo hacer y ser no está más allá de mis habilidades para lograrlo, de manera que desisto de poner mi atención en limitaciones. Tal vez existe un llamado que anhelo seguir pero parece que no puedo dar el primer paso.
Cuando mantengo la atención asida a principios divinos, percibo cuando un impulso desde lo más íntimo de mi alma me guía correctamente. Tengo el valor de hacer lo mejor que puedo. Estoy dispuesto a aprender a medida que avanzo. Trabajo y sirvo consciente de que soy una creación de Dios, capaz de logros tanto rutinarios como extraordinarios.
¡Ésta es la hora, éste es el día! Respondo el llamado de Dios para hacer lo mejor y dar lo mejor de mí.
¡Protege mi integridad y rectitud, pues en ti he puesto mi esperanza!—Salmo 25:21
| | | | | | |
|
|
|
Utilizo el poder de mi mente dirigida por Dios para crear.
El sorprendente poder de mi imaginación es un don del Espíritu. El autor Steve Corvey dice que todas las cosas son creadas dos veces: primero mentalmente y luego físicamente. Si puedo soñarlo o percibirlo, puedo hacerlo y lograrlo. De aquí que visualizo el resultado deseado y luego tomo acción para hacerlo una realidad.
Todo problema tiene una solución y cada objetivo puede lograrse. Así que me preparo para resultados positivos. Utilizo la creatividad de mi mente y permito que el Espíritu guíe mis pasos. Confío en que tendré todo lo que necesito en el momento correcto y de la manera perfecta. Mantengo una fe absoluta y una anticipación positiva. Experimento propósito y gozo al utilizar el poder creativo de mi mente.
Somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras.—Efesios 2:10
| | | | | | |
|
|
|
Vivo partiendo de la verdad de mi ser. Yo soy sano, fuerte y estoy bien.
He sido creado según la imagen y semejanza del Gran Creador. Como tal, la salud perfecta es mi herencia divina. Recuerdo la historia de la mujer que tocó el borde del manto de Jesús e inmediatamente fue sanada. Él le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado”. Tal como ocurrió con esta mujer, la fe me aviva, me sana y me fortalece.
Busco y toco a Dios mediante la oración. Afirmo la verdad de la habilidad natural que tiene mi cuerpo para sanarse, y visualizo que una luz radiante y divina obra en mí. Dios establece la manifestación más elevada de mi bien físico. Cada célula es infundida con propiedades creadoras de vida. Soy renovado y revitalizado de la cabeza a los pies. ¡Mi corazón rebosa de gratitud por mi salud y completitud!
Entonces Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz”.—Lucas 8:48
| | | | | | |
|
|
Primer
Anterior
2 a 6 de 6
Siguiente
Último
|