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De: TATIS-7 (Mensaje original) |
Enviado: 16/03/2017 00:14 |
Elijo ver mi mundo y verme a mí mismo desde una perspectiva más elevada.
El panorama desde un avión o un rascacielos es totalmente distinto al que se aprecia desde la tierra firme —donde el ir y venir de la gente y de vehículos es más notable y descifrable. Desde una perspectiva más elevada todo este movimiento se funde en un solo paisaje.
En cualquier momento en que me sienta confundido o abrumado, puede que mi visión sea afectada viendo sólo los retos ante mí. Mas al dirigir mis pensamientos hacia Dios, puedo ver mi mundo desde una perspectiva divina. Me levanto por encima del caos aparente y confío en el orden divino.
Tengo fe en que la sabiduría de Dios me guía a un resultado beneficioso para todos. Mi perspectiva más alta me proporciona la paz de saber que todo está bien, que todo tiene un propósito.
El Señor es Dios en los cielos y en la tierra.—Josué 2:11 | | | |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 20/03/2017 02:35 |
Despierto al Espíritu, soy bendecido y soy una bendición.
El sueño me refresca física y mentalmente. Cuando me despierto, tengo una mayor conciencia de mi unidad e interacción con el mundo. Paso el día consciente y atento a las otras personas y a lo que ocurre a mi alrededor.
La oración me provee una visión clara de la presencia de Dios en todo y por medio de todo. Siento el gozo de llevar una vida centrada en Dios. Escucho el silbo apacible y delicado en mí y sigo la guía divina. Comprendo que la diversidad en las personas y en toda la creación es un regalo de Dios.
Cada nuevo día es una invitación para llenar las próximas 24 horas de fe. Despierto al Espíritu, soy bendecido y soy una bendición .
Hagan todo esto, conscientes del tiempo en que vivimos y de que ya es hora de que despertemos del sueño.—Romanos 13:11 | | | |
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Al dejar ir pensamientos de limitación, soy renovado y restaurado.
Cuando me siento fatigado —bien sea emocional, física o mentalmente— recuerdo centrar mi atención y orar. Disipo cualquier emoción reprimida yendo a mi interior. Al dejar ir creencias limitadas y anticuadas, soy renovado. Al dejar ir apegos pasados, hago espacio para recibir las bendiciones del presente.
En este momento, soy restaurado a la conciencia amorosa del Espíritu infinito y morador. En este momento, soy renovado con una vitalidad que no puede ser restringida. En este momento, mi capacidad de disfrutar de este precioso día es ilimitada. Descanso en el conocimiento de que Dios es mi fortaleza. ¡Yo soy alentado, renovado y restaurado!
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en secreto. —Mateo 6:6 | | | | |
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Al dejar ir, experimento la presencia crística de paz.
Al comprender cómo funciona el proceso divino de la creación, podemos cooperar con él. Cada vez que afirmamos una Verdad espiritual, expresamos nuestro poder creativo, alineándonos con ese proceso divino de manera más efectiva.
Para dejar ir plenamente y permitir que el Espíritu sea nuestra guía ante cualquier decisión, utilizamos las afirmaciones y negaciones. Negamos pensamientos de escasez y limitación. Afirmamos que somos seres fuertes, positivos, sabios, amorosos, audaces y libres. Dejar ir nuestros pensamientos de temor y reemplazarlos con afirmaciones de amor infinito requiere una interacción poderosa entre la mente y el corazón. A medida que el proceso se desenvuelve, sentimos la presencia crística de paz.
Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.—Proverbios 3:5 | | | | |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 28/03/2017 03:39 |
Al abrir mi mente a las ideas divinas mi camino se hace claro.
Cuando enfrento situaciones difíciles o necesito tomar decisiones importantes, deseo contar con una guía clara y confiable. Investigo, pregunto a los expertos o busco consejo de un amigo o familiar. Mas, a la larga, lograr la meta depende de mí.
Antes de tomar acción, abro mi mente a un poder más elevado por dirección. Cuando mis ideas provienen del Espíritu divino, el resultado siempre es el correcto.
¿Cómo puedo distinguir entre las ideas divinas y los otros pensamientos? Pasando momentos en oración y meditación. Presto atención y reconozco aquellas ideas que están acompañadas de una sensación de propósito y un sentimiento de paz. ¡Sé que ésas son ideas divinas! Paso a paso, mi camino se aclara. Dios me guía e inspira.
¡Reconozcan que yo soy Dios!—Salmo 46:10
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De: TATIS-7 |
Enviado: 28/03/2017 20:07 |
Vivo partiendo del poder del Cristo en mí.
Qué comprensión más maravillosa es saber que tengo todo lo que necesito para avanzar con valentía hacia mis metas y sueños. Mi confianza y poder se expanden cuando tengo presente que Dios mora en mí; que el Cristo es parte de mí.
El Espíritu me anima y me inspira a buscar en mi interior las herramientas que necesito para tener éxito. Al orar, encuentro mi camino hacia la sabiduría, la fortaleza y el valor que ya poseo. Ahora puedo ver que los retos que he experimentado fueron catalizadores que abrieron el canal para que mis habilidades espirituales se manifestaran.
Celebro y doy gracias por el ímpetu que Dios me ha dado para lograr mis sueños. Reclamo osadamente el poder de Cristo en mí.
Su fuerza radica en mantener la calma y en confiar en mí.—Isaías 30:15 | | | |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 30/03/2017 03:37 |
Mis pensamientos y acciones contribuyen a un mundo pacífico.
Un himno comienza: “Tengo paz como un río en mi alma”. Jesús —nuestro Maestro supremo— ejemplificó esa paz que fluye siempre. Como creación de Dios, siempre tengo acceso a la idea divina de armonía. Cada pensamiento que sostengo y cada acción que llevo a cabo surgen de una decisión que he tomado.
Hoy elijo la paz. La armonía es una elección interna que tomo a cada momento. El amor que guardo en mi mente y mi corazón llega al mundo como relaciones personales amorosas, confraternidad entre vecinos y aprecio por toda expresión de vida.
Mis pensamientos y acciones ayudan a crear un mundo de comprensión y respeto mutuos. Ayudo a establecer el cielo en la tierra cada vez que elijo la paz.
La paz les dejo, mi paz les doy.—Juan 14:27 | | | |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 31/03/2017 03:38 |
Dios es mi sustancia y sustento. Yo soy próspero.
El cofundador de Unity Charles Fillmore dijo que la prosperidad espiritual está “fundada en la comprensión de la sustancia inagotable, omnipresente del Espíritu como la fuente de provisión”. Creo una conciencia de prosperidad cuando dejo ir pensamientos de escasez, cuando tengo fe en que Dios es mi fuente, cuando expreso gratitud y doy generosamente.
Afirmo que soy parte de la vida abundante de Dios. Doy gracias por mi vida, por la ropa que me pongo, por el aire que respiro, por los amigos con quienes puedo reír y llorar. Mis bendiciones son incuantificables, y comparto de esta abundancia. Cada vez que doy, proclamo a Dios como mi fuente, profundizo mi fe y declaro que yo soy próspero.
Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones.—2 Corintios 9:8 | | | |
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