|
De: TATIS-7 (Mensaje original) |
Enviado: 18/12/2021 01:00 |
ME BENDIGO Y CUIDO DE MÍ CON AMOR.
Atesoro el regalo de la vida y la maravilla de mi ser. Honro y abrazo mi humanidad y mi divinidad cuando practico el autocuidado consciente. Distingo y respondo a las necesidades de mi cuerpo. Si me siento agotado, hago del descanso una prioridad. Si me siento inquieto, practico un buen ejercicio.
Me nutro con alimentos saludables de cada color del arcoíris. Bendigo mi mente con lecturas edificantes y aprendiendo cosas nuevas. Honro mi pasado. Cuido de mi ser espiritual en compañía de quienes amo y me aman. Así mismo, busco un momento de solaz si necesito alejarme un poco y enfocar mi atención en Dios. Mis prácticas espirituales me mantienen atento a la conciencia del amor divino. El Espíritu divino cuida de mí siempre.
La vida es más que la comida, y el cuerpo es más que el vestido.—Lucas 12:23
| |
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
De: TATIS-7 |
Enviado: 19/12/2021 01:32 |
AL DEJAR A UN LADO LOS RESENTIMIENTOS, ME SIENTO LIBERADO.
Puede que encuentre justificación para contener el perdón, especialmente si las palabras o acciones de otros me han causado angustia y dolor duraderos. Sin embargo, en el fondo, creo que debo perdonar. El esfuerzo emocional de apegarme al enojo me bloquea la paz y felicidad que deseo sentir.
Hoy opto por perdonar para liberarme a mí mismo del peso del resentimiento. Cuando perdono, me libero de las cargas que me agobian. Mi espíritu se eleva y mi corazón se siente cálido y lleno de amor. Me vuelvo más paciente, comprensivo y compasivo. Al perdonar a los demás, me perdono a mí mismo con más facilidad. Me siento más liviano, y más inclinado a ver lo positivo en mi vida. Estoy verdaderamente agradecido por el regalo espiritual del perdón.
Así que a quien ustedes perdonen, yo también lo perdono.—2 Corintios 2:10
| |
|
|
|
|
BRILLO EN LA LUZ DE DIOS.
Pasar un tiempo en comunión con Dios ilumina el camino a lo largo de mi vida. Al centrarme en la presencia divina en mí, mi panorama interior se hace claro. Con cada aliento magnifico mi luz divina.
La luz de Dios arde en mí como una vela de llama eterna. Cuando extiendo mi luz hacia el mundo, yo soy la voz de la claridad y la esperanza en momentos de agitación. Soy una expresión de fe y bendigo a quienes luchan. Estoy lleno de fe y confianza cuando sigo mi guía divina.
Dios alumbra mi inspiración, mi imaginación y mi entendimiento. Hoy mantengo el compromiso sagrado de dejar que mi luz brille dondequiera que esté, dondequiera que vaya y en todo lo que haga.
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.—Juan 8:12
| |
|
|
|
|
|