Preocupación y agradecimiento
Una de las mejores curas para la preocupación es el agradecimiento. Si tus pensamientos están llenos de agradecimiento, no queda lugar para la preocupación.
En lo que sea que concentres tus pensamientos, ello crecerá de manera prominente y abundante en tu vida. Así que en lugar de concentrarte en aquello que temes, concéntrate en aquello que sabes que ya es bueno en tu vida.
Preocuparse no tiene nada de divertido y no te aporta nada que desearías tener. La gratitud, por el contrario, se siente de maravillas y abre tu vida a posibilidades mucho más positivas.
Estar agradecido es igual de fácil que estar preocupado. Simplemente tienes que tomar la decisión de optar por uno en lugar del otro.
Tratando de luchar contra pensamientos de preocupación sólo generas más preocupación aún. Pero cuando empiezas a reconocer y valorar tus bendiciones, las preocupaciones terminan siendo expulsadas de tu mente.
Hazte que ser agradecido se convierta en un hábito en tu vida. Y nunca tendrás que preocuparte.
— Gabriel Sandler