LE PEDí UNA MIRADA, UNA SONRISA, SUS MANOS, UN BESO
Le pedí una mirada, y al mirarme brillaba en sus pupilas la piedad, y sus ojos parece que decían: ¡No puedo darte más!
Le pedí una sonrisa. Al sonreírme sonreía en sus labios la piedad, y sus ojos parece que decían: ¡No puedo darte más!
Le pedí que sus manos me entregará y al oprimir las mías con afán, parece que en la sombre me decía: ¡No puedo darte más!
Le pedí un beso, ¡un beso!, y al dejarme sobre sus labios el amor gustar, me decía su boca toda vibrante: ¡No puedo darte más!
Cielo
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