No te des la posibilidad de sentirte demasiado cómodo. Porque esa comodidad puede quitarte la ambición de perseguir tus más preciados sueños.
Estar satisfecho por donde estás y por lo lejos que has llegado, es maravilloso. Sin embargo, hasta los logros más gratificantes empiezan a perder su valor una vez que han sido alcanzados.
Pasar el tiempo en un entorno placentero y confortable es maravilloso. Sin embargo, hay en la vida tanto más que tan sólo placer y confort.
Sólo estarás en tu mejor momento cuando estés avanzando en dirección a una meta ambiciosa, determinada y plena de sentido, como profesional pero, sobre todo, como ser humano. A medida que vayas cumpliendo cada una de tus metas, aprovecha la posición que has alcanzado para ir más alto aún.
No importa cuán placentera, grata, reconfortante pueda haber sido tu última comida; antes de que pase mucho tiempo tendrás que volver a comer. Aprende a ver los logros de esta misma manera.
Porque así como el alimento es el sustento para tu cuerpo, los logros y la realización ayudan a sostener tu espíritu.
Trabajando por una meta digna te conviertes más plenamente en el mejor tú que podrías llegar a ser.
Ya has hecho muchísimos progresos. Apunta más alto aún, y mantén ese impulso siempre vigente.
Gabriel Sandler