Prestando atención
Si quieres prestarle algo de verdadero valor a alguien, préstale atención.
Cuando quieras comprender de verdad, presta sincera atención.
Prestando atención puedes aprender, puedes guiar, puedes construir relaciones
duraderas con los demás y crear mucho valor.
Si sermonear, rogar y argumentar no logran tu objetivo, prestar atención seguramente lo conseguirá.
Si, en un mundo vertiginoso y lleno de distracciones,
prestar absoluta atención puede ser difícil. Y aún así, cuantas más
distracciones haya, más preciada y valiosa se tornará esa atención.
Ofrece a los demás algo que sea cien por ciento de ti. Dales el regalo de tu atención.
Hay montones de personas a tu alrededor anhelando ser escuchadas,
vistas, tenidas en cuenta y comprendidas. Prestándoles atención
enriqueces tanto tu propia vida como la de ellos.
Aunque no tengas nada más para ofrecer, siempre puedes dar tu atención.
Puedes tener la certeza de que será muy apreciada y bienvenida,
iluminando a la vez tu entorno con una luz propia y especial.
Gabriel Sandler