Tengo que quererte,
no me queda otro remedio.
No es la luna
ni el sol
ni las estrellas
lo que inspiran mi sentir.
No son los besos que nos dimos
ni las palabras de amor
ni el recuerdo del sexo
suspirándonos.
No, no tengo que quererte...
es que no puedo dejar de hacerlo.
No es por pura necesidad
ni es por soledad
ni por el sonar del viento;
es por tu forma de sentir.
Te quiero, es así, y
no es por tu manera de reír
ni la de traerte hasta a mí
ni por echarlo de menos;
es por el sabio llanto que vertí .