en el corazón de los demás. No es un suceso normal, simplemente ocurre con espontaneidad. La amistad no tiene límites, ni te hace esperar, es más bien una sencilla forma de amar, ¿por qué? Porque la amistad simplemente te lleva a conocer lugares desconocidos con una persona especial. Esa persona te enseña a valorar los defectos
y las virtudes de los demás. Esa persona te da consejos y te habla con sinceridad, nunca te ha de mentir y siempre te ha de perdonar. Por eso la amistad es sencillamente amar. Por eso te ofrezco la mía y desearía nunca perder la tuya, porque, tú, eres el verdadero significado de nuestra amistad
Creo en tí amigo: Si tu sonrisa es como un rayo de luz que alegra mi existencia.
Creo en ti amigo: Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.
Creo en ti amigo: Si compartes mis lágrimas y sabes llorar con los que lloran.
Creo en ti amigo: Si tu mano está abierta para dar y tu voluntad es generosa para ayudar.
Creo en ti amigo: Si tus palabras son sinceras y expresan lo que siente tu corazón.
Creo en ti amigo: Si sabes comprender bondadosamente mis debilidades y me defiendes cuando me calumnian.
Creo en ti amigo: Si tienes valor para corregirme amablemente.
Creo en ti amigo: Si sabes orar por mí, y brindarme buen ejemplo.
Creo en ti amigo: Si tu amistad me lleva a amar más a Dios y a tratar mejor a los demás.
Creo en tí amigo: Si no te avergüenzas de ser mi amigo en las horas tristes y amargas.