A MARÍA
¡OH MARÍA! MADRE MÍA,
SIEMPRE FUISTE MI CONSUELO,
DESDE MUY, MUY PEQUEÑITA,
HASTA LOS AÑOS QUE TENGO.
SIEMPRE TE TUVE POR MADRE,
EN TÍ, PONÍA MI CONSUELO,
CUANDO NADIE ME ESCUCHABA,
YO, TE BUSCABA, EN EL CIELO.
Y, SIEMPRE ME CONTESTABAS!!.
SIEMPRE EL AMOR TÚ ME DISTE,
SIEMPRE ESPERANZA Y ANHELO,
DE IMITARTE EN ESTA VIDA,
Y PODER LLEGAR AL CIELO...
AUNQUE AHORA,¡YA LO TENGO!,
CON LO QUE ME HAS AYUDADO,
HE PODIDO DAR BORRÓN,
A AQUELLOS AÑOS PASADOS.
POR ELLO, TE DOY LAS GRACIAS,
MI MADRE DEL BUEN AMOR, PARA QUE NUNCA ME FALTEN, TUS BESOS, DE CORAZÓN.
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