¡Elévame!
Elévame hasta tu cielo
que sueñe con tu caricia
será siempre una delicia.
En mis noches de desvelo
me pones alas, y vuelo
por encima de la luna,
que en su resplandor me acuna.
Elévame entre tu sombra
oye mi voz que te nombra,
y te llama ¡mi fortuna!.
*
Ven, elévame dormida
mientras que contigo sueño,
que eres mi amor y mi dueño;
es el ansia que en mí anida
y no me doy por vencida.
Te regalo un dulce beso
con frenesí y embeleso
para terminar las dudas,
que se vayan de tí, raudas,
que te amo a ti yo confieso.
*
Nunca pierdas la cordura
y elévame entre tus brazos,
átame con suaves lazos,
con amor, con desmesura,
con alegría y ternura,
quiero estar siempre contigo,
eres como el fiel amigo
que me eleva al infinito,
al darme un beso, te invito
que seas siempre mi abrigo.
Chelo Álvarez.