Limpiando nuestro espíritu con armonía
Tiremos la preocupación ya que se transforma en un
mal hábito y nos impide ser nosotros mismos, lo que incide en nuestro actuar.
Desterremos las inhibiciones, nos quitan capacidad de interactuar con otras personas.
Démosle espacio a nuevos sueños, a nuevas esperanzas
e ilusiones, deshagámonos de los sueños viejos y de las dudas.
Así creceremos interiormente.
Doblemos definitivamente esa hoja del libro de nuestras vidas que nos trae malos
recuerdos y reemplacémosla por una nueva, llena de fe y de optimismo.
Guardemos en el baúl de los recuerdos los juguetes
de nuestra niñez y cambiémoslos por objetos más
acorde con nuestro desarrollo, tales como la generosidad,
la amabilidad, el compartir, entre otros.
Reescribamos nuestra historia cambiando los
no puedo, los haría, los debo... pero lo intentaré, probaré,
lo lograré, lo haré, yo puedo...
Al realizar una limpieza profunda de nuestro interior
con toda seguridad nos reencontraremos con un amigo
entrañable al que por lo general olvidamos y sólo
traemos a la memoria cuando estamos en problemas,
ese amigo se llama Dios y permanece a nuestro
lado esperando que le abramos nuestro CORAZÓN.
Llenemos el vacío que dejarán las cosas que rechazemos con oraciones, esperanza, paz y fe.
Una vez terminada la limpieza, nuestra casa lucirá
hermosa, ya no habrá lugar para las preocupaciones,
las tristezas ni los problemas.
Y así empezaremos un nuevo día
cargado de mucho amor, para dar y sembrar.
(Sacado de la red.)
Con afecto.