aún cuando ellas me defrauden,
aún cuando se salgan del ideal que yo tengo de ellas,
y aún cuando ellas me hieran con palabras ásperas o acciones irreflexivas.
Es difícil aceptar a las personas así como ellas son,
y no como yo quiero que sean...
Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo,
porque yo estoy aprendiendo a AMAR.
Yo estoy aprendiendo a escuchar.
Para escuchar con los ojos, con los oídos, con el alma,
y con todos los sentidos, lo que dice el corazón,
lo que dicen los hombros caídos,
los ojos tristes, y las manos inquietas.
Para escuchar el mensaje que esconden las palabras,
para descubrir la angustia guardada,
la inseguridad enmascarada, y la soledad encubierta.
Para penetrar en la sonrisa falsa,
la felicidad simulada, y la adulación exagerada.
Para descubrir el dolor de cada corazón,
para descifrar el por qué de las lágrimas.
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar.
Yo estoy aprendiendo a perdonar,
porque el amor perdona, limpia las heridas,
y borra las cicatrices que la incomprensión e inseguridad
grabaron en mi corazón herido.
El amor alivia la herida
que dejaron los pensamientos dolorosos,
y no cultiva las ofensas con piedades y autocompasión.
El amor perdona, da alivio,
y extingue todo el dolor en el corazón.
Yo, paso a paso, estoy aprendiendo a perdonar y a amar.
Estoy aprendiendo a descubrir el valor dentro de cada vida.
Estoy aprendiendo que el afecto y la aceptación,
son necesarias para soportar las experiencias duras
vividas a lo largo de los años.