Claves para no sufrir
-Deja de lamentarte: Porque debilita tu interior e impide el aprendizaje y la maduración emocional. No resulta agradable para los que te rodean. Hazlo sólo para resolver un problema.
-No a la autocompasión:Darte pena de ti mismo es una actitud infantil y lo único que conseguirás será la frustración de cualquier iniciativa. Se tiende a utilizar a la mínima para llamar la atención.
-Yo, yo y yo:No caigas en el narcisismo, la vanidad y el egocentrismo ya que te sentirás ofendido a la mínima e incluso acomplejado si los demás no tienen tu misma percepción.
-Fuera máscaras:Nos conocemos poco a nosotros mismos, por lo que tendemos a adueñarnos de cualidades de las que carecemos. Desenmascárate y aprende tal y cómo eres.
-Quiérete a ti y a los demás:Cuando te aceptes a ti mismo lograrás quererte y vivir en paz también con los demás.Pero quererse a uno mismo no significa ser narcisista y egocéntrico. Cuidado.
-A pesar de la tormenta:Intenta seguir siendo tú mismo. Evitarás sufrimiento, desasosiego y dolor. Afronta las dificultades que te plantea la vida tal y cómo eres en un estado de armonía anímica.
-No a los prejuicios: Libérate de ellos para apreciar la realidad con una mirada más justa, imparcial y sana. Se trata de un aprendizaje lento y paciente, pero merece la pena.
-La vida es un reto: Afronta las dificultades en vez de evadirlas neuróticamente. Los problemas activan cualidades que están dormidas. Recuerda: no hay mal que por bien no venga.
-Sí que puedes: Otra cosa es que no quieras. El famoso “no puedo” significa poner excusas y justificaciones perjudiciales hacia los demás que acarrean a la larga el autoengaño.
-Descúbrete: Muchas veces las cosas que nos hieren pasan porque nos dejamos hacer. Intenta descubrir por qué te dejas y no eches sistemáticamente la culpa al otro.
-Nada de mentiras: Ajústate a la realidad y evitarás mentir y engañarte a ti mismo así como a los demás. Intenta ser más veraz y preciso con el fin de eliminar engaños y falseos.
-Querer no es depender: Ama a los demás, pero no te dejes dominar, manipular y no dependas de nadie. Querer debe ser un acto natural y espontáneo, por lo que la absorción no tiene cabida.
-Sé autosuficiente: Tú eres tu propio maestro y tu refugio. No permitas que nadie guíe tu vida ya que sólo tú eres su dueño. Intenta evitar cualquier dependencia a una autoridad que no seas tú.
-Cada segundo vale: El concepto de la muerte debe servirte para apreciar cada momento y vivirlo con armonía, plenitud y felicidad. Aprovecha cada segundo y dale un significado a tu vida.
-No te culpabilices: Sólo conseguirás malestar nutriéndote de tus errores. Si te equivocas, corrige e intenta aprovechar la siguiente ocasión para actuar mejor y de forma más madura.
-Los pretextos, de lado: Son un signo de irresponsabilidad y escasa madurez. Trata de ser consciente de tus fallos y afronta tus problemas. Tienes que asumir las consecuencias de tus actos.
|