DESCENDIÓ AL LUGAR DE LOS MUERTOS, AL TERCER DÍA
“Credo de los Apóstoles”; surge una pregunta ¿Descendió Cristo al infierno? La Biblia no dice eso, sino que “en espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados”. Veamos esto a continuación:
“Y en espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados.” (1 Pedro 3:19) “Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que murieron es hecho” (1 Corintios 15:20)
Proclamar el definitivo triunfo de Cristo sobre el mal.
El sentido más probable de este verso es que Jesús resucitado proclamó a los ángeles rebeldes su victoria sobre el mal y sobre la muerte. Otros refieren las palabras espíritus encarcelados a las personas desobedientes del tiempo de Noé. Una tradición judía refería el texto de Gn. 6.1-4 a los ángeles que se pervirtieron desobedeciendo a Dios. Siguiendo el orden del relato en Gn. Pedro relaciona este episodio con el diluvio. (RV95)
Ahora bien, la fe cristiana, descansa en la resurrección de Cristo, que es superior a un cuerpo que revive y la cuestionada “reencarnación” porque la resurrección de Cristo, y en el futuro del creyente, hace que el cuerpo resucite pero con inmortalidad, no es un cuerpo físico que se enferma, sufre y muere, sino un cuerpo glorificado para la vida eterna con Dios.
Hoy alabamos al Señor porque resucitó y venció a la muerte. Ninguna persona hasta el presente lo logró. Ni Mahoma, Buda... nadie ha hecho lo que Cristo realizó, ya no está en la tumba, sino que vive en el corazón de toda persona que recibe por fe a Cristo como Salvador, y lo adora.
Por todo esto, invierta para que podamos edificar vidas en Cristo.
ORACIÓN: Padre, guíame a vivir una vida resucitada, sirviéndote a ti...
¡¡ CRISTO VIVE !!
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