Alegría en tu corazón
Comienza el día con alegría en tu corazón y palabras de agradecimiento en tus labios... hay tanto por lo cual estar agradecido!
Encontrarás que es contagiosa... cuando irradias alegría y felicidad, llevas ese espíritu a todos los que están en contacto contigo, ya sea que esten en tu casa, en la calle, en el trabajo o sentados a tu lado.
Tenes la capacidad de elevar a los demás al reino de la alegría o arrastrarlos al pozo de la depresión y la tristeza. Podes ser el primer eslabón de una larga cadena... depende de ti... tienes ese poder! No lo olvides, la alegría es contagiosa.
Si te cruzas con alguien que te trata con desprecio o agresividad, no te enojes... devolvele una sonrisa, tratá de transmitirle tu paz y tu alegría y vas a ver cómo su cara cambia, una persona no puede seguir siendo agresiva con alguien que la mira con amor.
Dios nos da todo para que seamos felices... Dios te quiere FELIZ!!! No permitas que la tristeza te gane. Aunque tengas problemas, aunque haya días en que todo te parezca gris, aunque sientas que todo te sale mal no te dejes vencer, no pierdas la fe y cada día al levantarte hacelo con alegría y no pensando en todo lo que tenes que hacer, o los problemas que tenes que resolver, sino en todo lo lindo que tenes para agradecer. Las pruebas son para fortalecernos no para entristecernos.
El primer pensamiento del día tiene que ser de alegría y agradecimiento a Dios. Simplemente por la vida misma, mirá a tu alrededor, siempre habrá algo que te haga feliz... tus hijos, tus padres, tu pareja, tus amigos, el sol, las estrellas, las flores, los pájaros, la brisa fresca, la lluvia suave, un arco iris, un abrazo cálido, una caricia, un te amo...
La verdadera felicidad no depende del dinero, no importa cuánto tengas, sino a quién tengas en tu corazón, y Dios está dentro tuyo “siempre” y eso es suficiente para vivir siempre con alegría. No permitas que nada ni nadie te quiera separar de tu Tesoro.
Muchas veces nos toca convivir con personas que se empeñan en vivir envueltas en la tristeza y la depresión, que sólo ven lo malo, no permitas que te contagien, reforzá cada día tu fe y tu alegría y contagiáselas, llená tu alma de Amor y transmitilo a cuántos te rodean.
Cada minuto de tristeza que vivas es un tiempo desperdiciado, es un acto de desagradecimiento a Dios que te da todo para que seas feliz...
No defraudes a Dios, Él quiere verte FELIZ!
CON AMOR EN CRISTO
Comenzar el día embotado, confuso y desganado no es provechoso para ti ni para los que te rodean.
Siempre hay algo por lo cual estar gozoso... mantén tus ojos y tu corazón abiertos, de manera que puedas disfrutar todas las pequeñas alegrías a tu alrededor, hasta que sientas que tu corazón se llena de felicidad y estalla de alegría.