Del Culto Familiar.
Una oración pidiendo perdón. Salmos 51:1-10 La oración es el único camino para arreglar todas nuestras cuentas con Dios. Mientras no haya un encuentro personal con Dios de nada sirven los intermediarios. Y al acercarse a Dios hay que ir con ánimo franco, sincero y valiente. Tratar de ocultar algo es fatal y contraproducente. Así lo hizo el salmista. Fue franco, reconoció que habia pecado. Fue sincero, dijo que mientras calló padeció hasta lo indecible. Fue valiente, asumió todas las consecuencias. Cuando se procede así el camino de la paz queda abierto.
Dios les bendiga, proteja hoy y siempre.
Marthita Torres
|