LA ALABANZA
ALABANZA: Es la acción de proclamar las grandezas, virtudes, belleza y honra de una persona. En el Antiguo Testamento se utilizaban tres palabras para llamar al Pueblo de Dios a alabarlo:
Barak: bendecir
Halal: alabad a Jehová
Yadah: dar gracias
La primera canción de alabanza y de acción de gracias que registra la Biblia es la que cantó Moisés y su pueblo cuando cruzaron el Mar Rojo.
Alabar a Dios es una de las principales funciones de los ángeles y la de nosotros, sus hijos, cuando estemos en la Israel Celestial.
La alabanza se puede entonar de diferentes maneras, a saber:
Con la mente (lenguaje humano)
En el espíritu (en lenguas)
Alabanza con instrumentos musicales
Alabanza a través del testimonio de las maravillas que Dios hace por nosotros.
Alabanza a través de una vida íntegra; esta es una manera de alabar a Dios, dejar que brille su luz.
En el Libro de los Salmos, que es una colección de canciones para Dios, encontramos composiciones que alaban la grandeza, providencia y magnificencia de Dios y lo exalta como Rey del Universo.
En el Sal. 18:3 dice: “Invocaré a Jehová quien es digno de ser alabado”. Alábalo por su justicia, por su poder, su Palabra, su misericordia, santidad, bondad, grandeza de su Nombre, por las respuestas a nuestras oraciones, por su creación.
La alabanza nace de un corazón gozoso que engrandece, exalta, glorifica, adora, da honra y gracias al Creador. Te alaben, oh Jehová todas tus obras y tus santos te bendigan. Sal 145:10.
Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Ap. 5:13.