Hoy he recordado cuando llegué a casa la primera vez. Lo contentos que estabais todos conmigo. Qué hermoso fue para mí ver la carita de felicidad de tu hijo cuando me sacaste de la caja con mi collar rojo recién estrenado. Enseguida nos hicimos amigos y hemos compartido muchas vivencias risas y llantos, momentos de juegos y alegrías.
Quería contarte cómo,desde hace unos días, he andado vagabundeando por las calles, dando vueltas y más vueltas sin saber dónde esconderme. Me he salvado por casualidad de ser atropellado y casi me agarran los laceros con su cuerda. Estoy muy triste,pero no te reprocho nada. En realidad estabas en tu derecho de abandonarme, tú eres el hombre civilizado y yo un pobre perro irracional, así que me arrojaste de casa y no hay más que hablar.¡ Pero qué modo tan cobarde elegiste!
¿Como se te ocurrió eso de tirarme un palito desde el coche para que lo recogiese? Bien sabias cómo me gusta jugar. Cuando salté para cogerlo y devolvértelo aceleraste hasta perderte en la lejanía. No sabes cuanto corrí tras de ti… pero no pude alcanzarte. ¡ Y yo que creía que me habías sacado de paseo!.
Quiero contarte cómo me siento cuando veo un coche parecido al nuestro. Me imagino que te has arrepentido y vuelves a buscarme. Si así lo haces te pido por favor que estés atento, pues he cambiado mucho en estos días. ¿Sabes? cuando nos abandonan, los perros tomamos un aspecto triste. Andamos como sin color y con olor a miseria. Además ,me dieron una pedrada y cojeo de una patita. Me da mucho miedo que no me sepas reconocer.
Yo sigo vagando por la ciudad, buscándote, buscando a ese amigo que me perdió en un recodo del cariño. Bueno, te dejo, que vienen a echarme de estos cubos de basura donde trato de calmar el hambre. Solo un último ruego, por favor, no le digas a tu hijo que me abandonaste cobardemente. El me quería de verdad y no podrá perdonártelo miéntele como me mentiste a mi.
Dedicado a todos los que tienen mascotas