LA PAZ PERDIDA
Para recuperar la paz perdida,
reconoce quetu mente es el motor con que generastu angustia o el taller
donde tramas tu gozo.
Aparta tu mente de la visión negativa
de tu vida, para que la enfoques al horizonte
de tu bienestar y sosiego interior.
Haz el recuento de todos los bienes espirituales
de que puedes disfrutary de los frutos de tu inteligenciay de tu voluntad, para que, rebosante
de gratitud, se los agradezcas a Dios,
con sentimientos de alegríay con la decisión
de ponerlos al servicio de tus hermanos.
"No estarás perdido en el desierto
si encuentras fe en ti mismo
para creer en el oasis".
© Phil Bosmans.
Diseneo Estrellita
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