Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

AMIGOS UNIDOS EN CRISTO
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 VISTA RÁPIDA 
 JESUS LLAMA HOY A TU CORAZON...RECIBELO!!! 
 MENSAJE DE BIENVENIDA 
 BIBLIA ON LINE 
 
 
  Strumenti
 
PANEL DE REFLEX. CARMEN (SANTAMARGARITA): LA OBSERVANCIA DEL SÀBADO
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 1 di questo argomento 
Da: SANTAMARGARITA  (Messaggio originale) Inviato: 08/09/2009 18:51



Lucas 6, 6-11


Sucedió que entró Jesús otro sábado en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. Pero Él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio». Él, levantándose, se puso allí. Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla». Y mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.


Reflexión:


Todos alguna vez nos hemos sentido seguros y satisfechos con la guarda de la ley: hicimos lo que estaba mandado. Y claro que está bien guardar la ley; pero convertir la ley en un fin, ponerla por encima de la persona es lo que ya se pone en cuestionamiento. Cualquier hombre es imagen de Dios y merece tanto aprecio y respeto que todas las leyes deben estar a su servicio; porque el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado, como hacemos frecuentemente.

La inseguridad interior que vivimos nos hace aferrarnos a las normas y las leyes que nos proporcionan tranquilidad, porque nos da miedo quedarnos sin esquemas mentales y andar sin apoyos. ¡Tantas veces somos como paralíticos que nos arrastramos por la vida! Pero aquí está la fuerza de Jesús que se adelanta en nuestra ayuda: ¡Levántate! Sólo queda creer en la Palabra, confiar y ponerse en pié. La vida hace lo que falta.

¡Oh Dios de perdón y misericordia, apiádate de nuestra miseria y ven con tu gracia a sanar nuestros corazones afligidos, así libres de toda miseria podremos servirte con toda la fuerza de nuestro ser.


Primo  Precedente  Senza risposta  Successivo   Ultimo  

 
©2024 - Gabitos - Tutti i diritti riservati