¿Cómo sabemos cuando algo es una prueba de Dios o un ataque del diablo? 

Hay dos ocasiones en las que el diablo nos ataca, cuando nosotros estamos haciendo algo malo y cuando estamos haciendo algo correcto. Algunas veces le abrimos las puertas al diablo cuando hacemos cosas que sabemos que no deberíamos estar haciendo. Otras veces estamos progresando en nuestra caminata con Dios y el diablo trata de pararnos al enviar problemas a nuestro camino (lea Marcos 4:4-20).
Antes solía tratar de identificar de dónde era que mis pruebas venían. Pero he aprendido a  confiar en Dios sin importar la razón, y encuentro que eso es más apacible. Yo le pregunto a Él si hay algo en mi vida que necesita ser cambiado o si yo le he abierto la puerta al enemigo sin haberlo notado. Si Él me revela algo, me arrepiento y pido Su ayuda. Si Él no me revela nada, entonces simplemente confío en Su ayuda para seguir trayendo un buen fruto mientras Él está tratando con mis enemigos.
Dios es bueno y el diablo es malo. Sin embargo, todo lo que siente como malo no es realmente malo. Muchas veces pensamos que cualquier cosa que es incómoda, es algo que no deberíamos tener en nuestras vidas, pero eso no es verdad. Son las dificultades que encontramos en nuestras vidas las que nos ayudan a acercarnos a Dios y crecer como cristianos. Dios nos promete obrar en todas las circunstancias para nuestro bien, si es que le amamos y confiamos en Él. Yo le sugiero que mantenga sus ojos en las promesas de Él y no tanto en el problema. Dios está con nosotros y mientras confiemos en Él, Él siempre nos librará de nuestros problemas a su debido tiempo.

JOYCE