Consumir La Palabra
En el mensaje "Cuando Escuchamos Su Voz" vimos que a pesar de muchos
llamados y suplicas de Jeremías, el pueblo de Israel nunca se arrepintieron ni
volvieron a Dios. Después de muchos años de rechazo, Dios finalmente les
entregó a sus propios deseos malos; "Aunque Moisés y Samuel se presentaran
ante mí, no tendría compasión de este pueblo" (Jeremías 15:1).
Jeremías estaba en una posición muy sola. Predicaba fielmente el mensaje de
Dios a sus paisanos pero solamente recibió rechazo en retorno: "{Yo soy} un
hombre de contiendas y disputas contra toda la nación...todos me maldicen"
(Jeremías 15:10). Este rechazo le causó sentirse también rechazado por Dios.
El había perdido el enfoque de su llamado e intentó recordarle a Dios de su
devoción profunda.
Jeremías 15:15-16
"No permitas que sea yo arrebatado; mira que por ti sufro injurias. Al encontrarme
con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón,
porque yo llevo tu nombre, Señor, Dios Todopoderoso."
Jeremías tenía hambre de la Palabra de Dios y frecuentemente pensó en su próxima
"comida" con el Señor. Aunque estaba frustrado, Jeremías amaba a Dios y deseaba
servirle a El. Dios vio la devoción en el corazón de Jeremías y realineó su camino
para el fiel servicio; "yo te restauraré y podrás servirme. Si evitas hablar en vano,
y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz" (Jeremías 15:19).
¿Que tipo de devoción y hambre ve Dios cuando nos ve dentro de nuestro corazón?
Hace unos años, Yo tuve la oportunidad de hacer una excursión extendida a pie con
mi hijo. Caminamos 120 millas en diez días y comimos nueces, pasas, y mantequilla
de maní. Mientras caminábamos en las sendas bellísimas del norte de Maine -
a través de bosques, cruzando arroyos, y cruzando montañas - pasé muchas
horas pensando en las escrituras. Pero confieso que pasé muchas horas mas
pensando en pizza con peperoni y extra queso. Al final del camino, tuve un hambre
PROFUNDO por pizza; un anhelo que me hizo agua en la boca; un hambre que
tenía que satisfacer... inmediatamente
Tenemos que tratar la Palabra de Dios con esta misma expectación y hambre.
Tenemos que reconocer la dieta del mundo como "refrigerios" vacíos que arruinan
nuestro apetito por la Comida real! La Palabra de Dios es una nutritiva y deliciosa
comida que merece nuestra atención completa igual como nuestra apreciación.
Debemos sentarnos y con entusiasmo limpiar nuestro plato - no jugar con nuestra
comida y picar de las orillas.
Muchos de nosotros somos espiritualmente hambrientos y aún guardamos Su
Comida alimentadora sentado en el librero! Oremos por hambre en aumento -
un hambre que se satisfaga solamente con nuestro Padre Celestial. Comprometámonos
a ser Hijos de Dios bien alimentados y apasionadamente consumamos La Palabra.
Que tenga un buen día!
Steve Troxel
Amado Padre celestial, pon el querer como el hacer en cada uno de nosotros,
que cada día tengamos más hambre deTi, de Tu Palabra
y que nunca nos saciemos, que seamos diligentes en escudriñarla, y
que seamos celosos de ella, que no leamos solo por llenar un espacio
y un tiempo, sino porque anhelamos profundamente conocerte más y
adquirir conocimiento y estar firmes en el día de la batalla y
con nuestra espada lista para pelear con efectividad y no con temor.
En el nombre de Cristo Jesús,