Escrituras de SanidadPOR JOYCE MEYER
Proberbios 4:20-22 dice: Hijo mío, está atento a mis palabras: Inclina tu oído a mis rezones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan y medicina a todo tu cuerpo.(VRV)
La palabra Hebrea para “salud” en el verso 22 es “medicina”. La Palabra de Dios es medicina a todo el cuerpo. La traducción de Isaac Leeser de Éxodo 15:26 dice, Yo soy Jehová tu sanador. La medicina que Él receta en Su Palabra. Muchos cometen el error de substituir la creencia en sanidad por lo que en realidad es tomar la medicina de Dios – Su Palabra. Pueden decir “yo creo en la sanidad” sin realemente tomar la medicina. ¿Para qué te sirve creer en la comida si no te la vas a comer? Te moririas de hambre. ¿De qué te serviría creer que el agua es para beber y si no te la tomas? Te morirías de sed. La Palabra de Dios es Su medicina. Hay muchos paralelos entre la medicina de Dios, y la medicina natural.
Primeramente: La Palabra de Dios es un agente de sanidad, así como la medicina natural es un agente o catalizador. En otras palabras, la medicina contiene en sí misma la capacidad de producir sanidad. Dentro de la Palabra de Dios hallamos la capacidad, la energia, la habilidad y el efecto natural de sanidad en tu cuerpo Salmo 107:20 - Envió su palabra y los sanó y los libró de su ruina. (RV) 20... Él envió su palabra, y sano, y ¡fueron libertados de sus destrucciones! (Fenton) Proverbios 4:22- Porque son vida (Sus Palabras) a los que la hallan, y medicina a todo su cuerpo. Isaías 55:11- La Palabra de Dios cumplirá todo para lo cual fue enviada. La propia Palabra contiene el poder de producir lo que dice. Así mismo, como cuando dijo Dios, “Sea la luz” y la luz vino, estas Escrituras de sanidad contienen en ella la capacidad de obtener sanidad. Hebreos 4:12- Porque la palabra de Dios es viva y efícaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu... (RV) 12 El Mensaje de Dios está lleno de vida y poder. (Weymouth) 12 La Palabra de Dios está viva con energía. (Jordan) 12 La Palabra de Dios para nosotros es algo vivo, lleno de energía. La clave para compartir la vida y la energía sanadora que está en la Palabra es seguir tomándola hasta que penetre completamente en tu espíritu donde se puede depositar esa vida y energía.
Segundo: Podríamos decir que la medicina no hace acepción de personas. Esta obra a favor cualquier persona que decida tomarla. No es un asunto de si Dios desea o no sanar a esa persona; más bien tiene que ver con el hecho de que el individuo recibirá la sanidad al tomar la medicina que es producida por ella.
Tercero y más importante: Para que haga efecto, la medicina tiene que ser tomada como está escrita en la receta. Algunas medicinas indican: “Aplíquese está medicina internamente”; otras dicen “aplíquese esta medicina externamente”. Si aplicas la medicina en lo exterior cuando dice que te la aplicas internamente, la medicina no tendra ningun efecto. Tomar el medicamento después de la comida cuando debe de ser antes de la misma, reducirá sus efectos. Al tomarse la medicina de vez en cuando debería tomarse tres veces al día, simplemente dará resultados limitados, si acaso. No importa cuán buena la medicina sea, siempre debe tomarse de acuerdo a las direcciones específicas de la receta o no trabajará. Así es con la medicina de Dios. Tiene que ser tomada de acuerdo a la receta, o no trabajará. La receta para tomar la medicina de Dios se encuentra en: Proverbios 4:20-21- Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón. Podriamos decir que el prestar atención, inclinando tu corazón a ello, y poniendo la Palabra frente a tus ojos causará que la Palabra entre a tu corazón. Ten en cuenta esto: que es solamente mientras tienes la Palabra de Dios ante tus ojos que ella puede entrar a tu corazón y producir la sanidad en tu cuerpo. El conocimiento mental no hará esto. Tiene que atravesar tu espíritu por medio de la meditación, prestando atención, escuchando, mirando, murmurándola, reflexionando en ella, considerándola hasta que la sanidad sea producida en tu cuerpo. Pero una vez que penetre, ciertamente traerá sanidad a todo tu cuerpo... deja que penetre profundamente en tu corazón (Biblia al Día). Nuevamente puedes ver que la manera de Dios para sanidad es espiritual. El poder es primeramente administrado a tu espíritu y después es distribuido a tu cuerpo. La medicina de Dios debe ser tomada internamente. Escucha, en vez de preocuparte si tienes la suficiente fe para ser sanado, simplemente toma la medicina. Este folleto contiene Escrituras de Sanidad. Aliméntate con ellas varias veces al día, repitiéndotelas a ti mismo vez tras vez. La propia medicina morará dentro de tí.
FELIZ Y MUY BENDECIDA SEMANA
PAZ Y GRACIA SOLO EN CRISTO
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